lunes, 8 de diciembre de 2014

El principio mortal.



Ella con su hermosa sonrisa, sin darse cuenta  cupido un arma mortal a su lado disparaba
flechas algo torpe, flechas poco usuales nadie conocía de estas tan solo él, la razón ella.

Su belleza tan exquisita como si de la joya más  preciosa se tratará o el cuadro
más celestial que jamás se  hubiese contemplado. Él sin darse cuenta ya no
hacia sus inusuales travesuras, flechas picaras que unían dos almas preciosas,
las extrañaban quienes le conocían.

Un simple mortal parecía tras ella y todo culpa de una flecha cuya
concepción era el amor recaudado a través de los años de su trabajo.
Un día ahí estaba sobre el altar con todas las otras cubierta con un velo
en satine color rojo, haciendo su rutina de revisión de sus flechas probando
que tuvieran el filo suficiente para a través corazones sin causar daño y
hacer que palpitaran corazones desmesuradamente, la tomo como si
de cualquier otra se tratará con la mano derecha la sostuvo  y con el dedo
indice de la su mano izquierda lentamente bajo hasta la punta, pero
antes que llegara un ligero corte se habría producido en su dedo por la
cual escurría sangre que baño la punta, como un reflejo llevo la herida
hasta sus labios y pronto esta dejo de brotar sangre.

Esa mañana deambulaba buscando esa pareja perfecta que recordaría por
todos los días que haría más feliz que a ninguna.
La tarde calló y pronto una repentina llovizna de la nada destapo su
sonrisa y su alegría estaba ella caminando por un puente bajo un hermoso
río que al parecer contemplaba sin sentido, como si se maravillará de la nada.

Entonces cupido comprendió que ella sería la dueña de un gran amor, pero ahora
faltaba él.

Se puso en marcha  y buscaba un caballero, pero todos lo que encontraba
eran muy aburridos, y los que le podrían  brindar locura a su vida
simplemente no le parecía él apropiado para tan bella flor.

Entonces pensó:
- Y si yo pudiera hacerla feliz
- y si no hay ningún hombre que pueda llegar a comprender su alma solitaria

Fue entonces que inicio la búsqueda para llegar a ser un mortal  sin imaginar
cuales podrían ser las consecuencias.

Más que un deseo de amor


No deseo tener solo un beso, sería algo egoísta
y no sabría si es real, desearía tener tu amor completo, bajo la libertad sobre
un acuerdo innegable de nuestros sentimientos que respondan sin medida, conociendo
cada uno de nuestros miedos más íntimos resguardados bajos la union de los dos. -SM-

Con sabor amargo

Debería ser como el viento, pero todo lo contrario  cada que atraviesa  esa barrera que he construimos
para protegernos de nosotros mismos, sin esfuerzo alguno y con el poder mas letal que jamas has recordado, hasta el punto de no saber como fue que ocurrió.

Esta vez describo un cóctel conformado con un poco de esperanza mezclado con chispas de amor  y un toque  amargo de amor no correspondido.   Una combinación que no es deseable probar cuando eres una mezcla de nubes, fragilidad y sensibilidad, con aroma de  estremecimiento al verla.

Este es una bebida exótica que no debería ser apta para ninguna clase de publico, pero bueno, al parecer esta bebida no la escoge el publico, si no que esta  se encarga de preseleccionar   quien va a ser el que deguste sabor poco deseable, además de los efectos secundarios como malesta lagrimeo constante, algo de impotencia y muchos otros más que quienes conecen de este, podrían hacer una lista interminable.

Ahora no se que es mejor, si tratar de evitar bebidas como estas  o probar tantas que ya sepas disfrutar y degustar  de los diferentes elementos que la conforman y después sea más fácil pasar el sabor amargo. Creo que tomaré la segunda opción buscando nuevos sabores y mezclas y tal vez por qué no encuentre nuevos cócteles mucho más  agradables.